La lluvia de recuerdos
golpea mi paraguas,
es negro como la noche,
la misma noche amarga.
La noche donde te fuiste,
donde me quedé en el tiempo
como si en este mundo nunca,
nunca me pasara nada nuevo.
No hay sol esta jornada;
cielo gris como las palabras,
como las cenizas que vuelan
cuando el fuego se apaga.
Tampoco hay armonía,
sin paz nunca más en mi casa;
no duermo, no tengo sueños,
nada espero, no siento nada.
viernes, 3 de febrero de 2012
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