No dudes de mi palabra,
tampoco de mi silencio,
siempre fui muy sincero,
aún cuando te miento.
Aún cuando no pueda
darte más argumentos
que este breve poema
con estos torpes versos.
Descubro en tu mirada
cosas que no espero;
ese gesto de desconfianza
me deja sin consuelo.
Siempre te di la luna
de mis noches sin sueño,
las estrellas taciturnas
caídas del cielo.
Las flores más bonitas
de los jardines de mis sueños,
cuyo aroma siempre respiras
en todos mis pensamientos.
Por eso me sorprende
saber que me consideras
un motivo de toda duda,
de una veracidad en cero.
Aunque nada pueda hacer
más que esto que ahora
estoy aquí haciendo,
como último intento.
Te pido que me quieras
como yo te estoy queriendo,
más allá de la razón misma,
más allá de los pretextos.
miércoles, 10 de abril de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESTO
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
-
No entiendo pero prefiero este encierro dentro mío, de mi cuerpo. En mi mente el pensamiento es siempre calmo si no me alejo de los recuerdo...
-
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
No hay comentarios:
Publicar un comentario