viernes, 10 de enero de 2014

BRISA

No voy a dejarte,
te cobijaré con mi sonrisa,
a salvo de todos aquellos
que no sepan de tu vida.

Del sol cruel que calcina
sin piedad tus pétalos
hechos del material mismo
de los sueños que imaginas.

Portaré orgulloso la insignia
de la sutil y noble poesía,
aunque viniendo de mis manos
sea tosca y carente de vida.

Lo que importa es que persistas
como la leve brisa de cada día,
como esa idea que llega silente,
nos regala un poco de dicha.



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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...