No hay soledad en la nada,
ni compañía, ni sonrisas,
tampoco eternas agonías.
Sólo la pertinaz rutina
en la sumatoria de días
que transcurren deprisa.
No extraño la dicha
pues en verdad desconozco
esa sensación en mi vida.
Ni la nieve infinita
en esas extrañas colinas
donde todo se purifica.
Tampoco tu mirada
en las penumbras dormidas
del sol que me ofrecías.
s.
miércoles, 28 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESTO
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
-
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario