No suelo estar
en ninguno de esos lugares,
soy como la sombra que parte
en la noche triste, sin nadie.
Como el invierno leve
que llega sin avisar siquiera
y que nunca nadie espera
como a la primavera.
A veces una luz serena
acaricia mis manos apenas
con esa magistral sutileza
de las cosas perfectas.
De las maravillas esas
del pasado que jamás regresa;
mi temple es la dura agonía
de anhelar lo que nadie anhela.
viernes, 20 de junio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESTO
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
-
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario