Las horas son extrañas,
cual ráfagas que pasan;
o un río insolente
que todo arrasa.
Un viento fuerte
con brazos invisibles
abraza el misterio
de hojas inhertes.
La noche miente
con su juego de sombras,
hasta la luna no perdona
si alguien se equivoca.
Es una metáfora
de la vida que se escapa
entre nuestros dedos,
casi como el agua.
miércoles, 23 de julio de 2014
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