miércoles, 13 de septiembre de 2017

HISTORIA

Sin más que silencio
cruzaste la vieja puerta
hacía esa calle vacía
de la ausencia.

Ni palabras, ni miradas;
te fugaste de madrugada
entre las cosas sagradas
que más apreciaba.

Sin rastros, esperanzas,
te busco cada mañana
en los amaneceres 
que te gustaban.

En las flores marchitas
que custodian la memoria 
de lo que fuiste antes
y ahora es historia.


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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...