viernes, 29 de marzo de 2019

ERRANTE

Te vas despacio,
un poco cada día,
tu mirada, tu sonrisa,
tus manos dormidas.

Pequeña, indecisa,
sin recuerdos apenas 
de lo que ha sido
acaso tu vida.

La tarde te sorprende
en pleno vuelo errante 
muy alto en un cielo 
de atardeceres distantes.

A la noche duermes,
entre sueños y realidades,
recitas en tus memorias 
algunos poemas suaves.

En un susurro,
un suspiro constante,
como el tiempo que corre,
te lleva y no lo sabes.

No hay comentarios:

ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...