Si fueras océano
sería un bote pequeño
naufragando en las olas
de tus pensamientos.
Recalaría en la playa
de una isla desierta
de todo lo ameno
de conocernos.
El sol quemaría
sin piedad los recuerdos
de todos aquellos días
de felices momentos.
Moriría de sed
de todo lo que éramos,
bajo el cielo oscuro
del desasosiego.
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