Luces arriba,
allá, muy alto.
Donde nace el
enigma,
donde muere el
ocaso.
Donde las aves
no llegan
ni en sus
vuelos
más osados.
Donde tu cuerpo
emigra
buscando el
verano,
para su frío
descanso.
Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...
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