lunes, 15 de septiembre de 2014

AGUJAS

Llovizna
como un castigo,
como el atisbo
de un invierno 
perdido.

El cielo
esconde su brillo,
el sol se ha ido
a quien sabe
donde.

Ciego camino
debajo de las agujas
pertinaces que asolan
mi cara, mis manos,
cerradas.

Te busco en todas
las esquinas absurdas
de calles oscuras,
de caminos sin rumbo,
sin pista alguna.



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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...