domingo, 21 de octubre de 2012

SABIO


No siento tristeza,
ni siquiera alguna ira,
simplemente mi vida
como el agua se desliza.

Hasta la pendiente profunda
que cae desde muy alto,
sin estruendos, ni arrebatos,
se une al río siempre manso.

Para ir por su cauce
lleno de vida y calmo,
hasta el océano infinito
del universo en su ocaso. 

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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...