miércoles, 10 de octubre de 2012

VERTE


No cierres los ojos
que su luz colme mi vida,
que la noche sea infinita,
como un ocaso perpetuo,
como una sonrisa.

Como ese sueño peregrino
que hizo nido en mi mente,
me dicta todos los días
estos deseos de verte.

Te veo en cada esquina,
en los recovecos de mi casa,
en los espejos donde me veo,
más viejo pero con esperanzas.

En cada poema que escribo
se cuela algo de esa magia
de tu mirada como un faro
que siguen mi ansias.

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ESTO

Te molestas, te quedas callada, ignorando los destellos de mi rota alma. En un frío silencio cuales noches amargas de desolación que aplasta...