Volvimos
un verano,
una tarde cálida
de esas extrañas
de nostalgia.
Tu mirada
ya cansada
no cambia nada;
tus manos todavía
tienen su magia.
Mis latidos
son aún lo mismo;
ese amor de niño
que no conoce
jamás de olvidos.
Nos besamos
y acaso volvimos
al tiempo mismo
cuando la primavera
era nuestro destino.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
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