MI SUERTE

No hay vueltas
en este destino;
ha sido mi suerte
desde el principio.

Por más que intente
mendigar, ser indigno
al humillarme acaso
pidiendo cariño.

No hay alma alguna
que con sus alas cubra
mis pasos inciertos
en las penumbras.

Ni poema moderno
que me lleve lejos
hasta esos cielos
del amor eterno.

Desaparecen
todas las estrellas
con el tiempo del cielo
de mis pensamientos.

BOSQUEJOS

Nadie vuelve,
nadie regresa;
quienes se fueron
son otras personas
si las encuentras.

Nosotros mismos
somos distintos
pues el destino
cambia el alma
de sus peregrinos.

Recordamos
con cierta nostalgia
la dormida magia
de esos universos
ya perdidos.

No espero
así nunca nada
pues somos distintos
de lo que hemos sido;
otra circunstancia.

Otra mirada,
otra sonrisa;
unos bosquejos
de lo que de lejos
antes parecías.

NUDO

No vienes
más a casa,
eres un fantasma
de luz blanca
muy clara.

Un destello vago
en  las tinieblas
de la esperanza
que se apaga
en la nada.

Un nudo
en la garganta
que sin palabras
se hace pesar
hondo en el pecho
que duele y calla.

Que sumerge todo
en una nube extraña
de raros sentimientos,
de esos pensamientos
que piden muy pronto
también me vaya.

EXTRAÑO

Nadie sabe,
a nadie le interesa
esa historia tuya
que se quiebra.

Se rompe toda
en partes inciertas,
caen de mis manos
hacía la tierra.

No consigo
juntar sus partes
en un texto afable
que de cuenta
de lo que eras,
lo que fuiste,
lo que seas.

Por eso pierdo
siempre el tiempo
en textos nefastos,
nada claros.

Codificados
en el poco talento
de ser un poeta,
un extraño.

IDEAS

Lo que decías
como grandes ideas
fueron mentiras
con una sonrisa
de maldad artera.

Pues bien sabías
que jamás cumplirías
lo que me decías
esa tarde misma
de tu despedida.

Pero no lamento,
ni siquiera espero,
dejo que el tiempo
despeje ese espacio
vacío de tu silencio
con recuerdos.

AÑICOS

Si me miras
desde la distancia,
cual suave destello
en la noche calma.

Cada paso sería
iluminado a prisas
entre las tinieblas
de saberme sin nada.

Sin destino
más que el de ser
un pobre peregrino
sin ningún sentido.

Con los añicos
del corazón mío
en las manos cerradas
que se cansan.

MARCA

Ya no recuerdo
tu voz en el aire,
tus pasos suaves,
tu nombre sibilante.

Tus caricias;
ese último beso;
son apenas sueños
que borra el tiempo.

No hay ya tristeza,
ni siquiera nostalgia;
simplemente una palabra
que nace de la nada.

Ni siquiera quejas
pues ha sido todo
de esa simple manera
donde te conozco.

Pues te llevo dentro,
dibujada en el alma
cual marca de una herida
que nunca sana.

BOCANADA

A esta altura
de los acontecimientos
todavía un poco puedo
sentir que aún el alma
explota en sentimientos.

Falto de experiencia
en demasiadas cuestiones,
con acaso todos mis errores
puedo soñar un momento
con el corazón latiendo.

No puedo negar nada
más que es una bocanada
de aire fresco que abraza
con su canto de sirena
mis manos cansadas.

ALARMA

Hoy te ibas
si despertaba,
te desvanecías
esta mañana.

Por eso sigo
así en la cama;
existe un universo
de vida ufana.

Una historia
nos une todavía
de una manera
sutil y mágica.

Pero la alarma
activa esa nostalgia
de no saberte conmigo
como lo esperaba.

ELEMENTOS

Me sorprende
lo que todavía
silente espero.

Sin decirme nada
siempre me niego
al no narrar nunca
mis sentimientos.

Etapa superada
por la edad que tengo;
eso me digo mintiendo
a mi cara en el espejo.

Tal vez no madure
el corazón del cuerpo;
el alma que le da vida
sea un niño eterno.

Lo cierto es que duelen
en el fondo los silencios,
ese sutil desprecio
de dejarme lejos.

Por eso escribo
simulando elementos
de ser perfecto.

MISTERIO

No puedo decir
nada de nada;
el silencio manda
en estas situaciones
donde el alma calla.

Romper el silencio
es quebrar el vidrio
de los sentimientos
frágiles y sinceros
de esos tiempos.

Dejar marcas
el la piel del recuerdo
cuyas cicatrices nunca
tendrán su remedio,
un consuelo.

Por eso callo,
ese es mi misterio;
a nadie ya le importa
lo que pienso y siento,
si vivo o muero.

CÓDIGO

Si estás
aunque no sepas,
no te has ido del todo
de ninguna manera.

En las sutilezas
de la brisa fresca
de cada mañana
mi alma se renueva.

Tu sonrisa brilla
en el sol, cada estrella;
cada recuerdo tiene
ese código de tristeza.

Que decodifico siempre
al ver las quimeras
voladoras que llegan
en tu ausencia.