Forcé la salida
por esa puerta
al ver secuencias
que yo me creía.
Te puse un alma,
mirada, un deseo,
un sentimiento
que fue necio.
Te llevé de la mano
creyendo en algo,
que no pensabas,
sería eterno.
Y tenías siempre
la razón en todo;
fui así un tonto,
un mentiroso.
Un engreído
que se creyó ungido
de dones especiales
que jamás he tenido.
Un simple niño
carente de sentido
más allá de su urgencia
de sentirse querido.
viernes, 13 de junio de 2025
NIÑO
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