Arriba, en las estrellas
o en el espacio mismo,
oscuro y siempre frío,
donde se encuentran.
Debes estar entre ellas
cual pequeño planeta
lleno de vida, de flores
en inmensas praderas.
En sus mares y sus tierras
debe haber algo de esa magia
que todo lo rodea, lo ilumina,
lo vuelve maravilla eterna.
Y acaso una luna te vea
caminar despacio la costa
pisando suavemente la arena
bendita en tu paz milagrosa.
En algún punto específico
del enorme universo convocas
la misteriosa luz de las galaxias
con los susurros de tu boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario