No soy nadie;
de ninguna manera
puedo con la existencia
diaria de quien sonríe,
llora y sigue su senda.
Me pierdo a menudo
en las calles desiertas
del pueblo abandonado
de mis pocas creencias,
en mi negligencia.
Te miro silente
como quien contempla
una muy lejana estrella
de un cielo que antes
fue una promesa.
Cierro los libros
donde mucho me admiro
de esa eternidad tuya
de hojas amarillas
y café a la siesta.
miércoles, 5 de enero de 2022
SIESTA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
QUEJAS
Te veo cerca, de este lado, a la mano del pasado. En un recuerdo, un viejo retrato, un pensamiento acaso olvidado. Una sonrisa de esas época...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario