SIGNO

Hoy llueve,
al fin llueve,
un aire fresco
renueva el alma.

Abro la ventana
para respirar
la renovada
esperanza.

Miro lejos,
algo veo en la nada,
entre la bruma
blanca del agua.

Sonrío,
pues confirmo
que es un signo
de lo que esperaba.

GRIETA

Trato,
siempre lo hago,
bueno, a veces
me quedo mudo,
quieto, sentado.

Esperando
tal vez algo,
un milagro,
un cambio
de planetas.

Un destino
que no cuesta,
es dejarse caer
por la grieta
de las quejas.

CUENTO

Puedo creer en lo que digas
aunque sepa que las mentiras
son parte fundamental de la vida
de quienes viven a la deriva
de las apariencias mismas.

No hay más allá de la valía
de una sonrisa pero necesito
pensar que es posible el mito
de que las palabras tienen brillo
de un precioso tesoro escrito.

Es que el tiempo ha partido,
me empuja hacia un destino
de experiencia y descontento
que no es lo que yo quiero,
no es lo que prefiero.

Aunque sea un cuento,
una canción en el viento,
quiero que este instante
que me toca en el universo
tenga esa magia preciosa
de inocencia sin miedo.

ALGO

Sentía cosas
al amor similares,
o eso tal vez crea,
de amores nunca
fui responsable.

Las manos mariposas
que volaban por lugares
entre las flores inefables
de los los bellos jardines
de la lúdica memoria.

Sentía cosas impensables
cuando creía que ya nada
podría alguna vez tocarme
el alma en su coraza oscura
de saberse inexpugnable.

Pero un día cualquiera
en la ruleta que es la vida,
se me ha roto la rutina,
se me han caído los días
al piso y hecho trizas.

Me encuentro sin más miras
que creer en los milagros,
que pensar que ha pasado
lo que jamás había esperado,
que he sido al fin afortunado.

O será simplemente
que todo es meramente un caso
de esos tan extraños y raros
que deben ser una especie
de sueño extraño.

Una fiebre de esas
con sus espejismos vanos
dibujados en las paredes
y que al salir el sol claro
borra del escenario.

Por eso sentía algo
similar en mi memoria
a todas esas historias
de amores que he guardado
para sentir acaso algo.

SECUELA

Apagas el cielo
de los recuerdos,
cierras los ojos
al tiempo.

Eres eterna
de diversas maneras,
una que no comprendo
pero es la perfecta.

Pues no te olvido,
ni te dejo siquiera
en los rincones fríos
de la indiferencia.

Una secuela,
una marca eterna
en el alma áspera
sin tu presencia.

REPENTE

Te pienso siempre
aun cuando duermo,
eres ese recuerdo,
ese dulce sueño.

El mejor momento
de todos los días
es encontrarte
en una poesía.

En un suspiro,
en las alas dormidas
de las aves tranquilas
en su simple rutina.

En el café bien fuerte
para estar atento,
no vaya a ser que de repente
frente a mí te presentes.

NUESTROS

Todavía hay tiempo,
todavía hay sueños;
las mismas manos
de antes pueden ahora
acarician tus cabellos.

Los mismos ojos
admiran esa belleza
que no ha cambiado nada
con los años que pasan
sin saberlo.

Un beso esperado
unos cuantos años
es como el vino guardado
para los mejores momentos,
únicos y eternos.

Caminamos despacio
pues está de nuestro lado
toda la vida que se escapa
pero se guarda en recuerdos
que son nuestros.

PROYECTO

Soy la especie que resiste
a pesar de toda el agua caída,
de tantos años en esta vida,
muchas continuas injusticias.

Soy quien aún persiste
en escribir sus poesías
al aire mismo que me rodea
con su indiferencia mística.

Quien lucha en silencio
contra los ecos del tiempo,
esos fantasmas muy viejos
que invaden el pensamiento.

Se hacen carne en palabras
que me arrebatan el silencio,
agrediendo el espacio mismo
donde estoy y lamento.

Soy ese ser que no existe
más allá de los sueños,
ese ideal que siempre sigo
y no alcanzo viviendo.

No llego nunca, no puedo;
ser infinitamente un proyecto
es lo que único que me llevo
cual tesoro y tormento.

CONSECUENCIAS

No cae el alma
en oscuras consecuencias,
se eleva bien alto siempre
hasta las lejanas estrellas.

El cuerpo es otra cosa,
es algo que no se recupera,
que el tiempo deteriora
con cada día se quiebra.

Nos exige un equilibrio,
nos preocupa el destino,
caer en ese abismo
de cosas nada buenas.

Por eso miramos
el futuro que no llega,
una ilusión mera
de la conciencia.

CUESTAS

Cuanto tiempo
pasa por la puerta
cual luz que se cuela
con reflejos vagos
de historias viejas.

La niñez perdida
en la adulta cadencia
de los años que se evaden
de nuestra conciencia.

Los amores eternos
que el tiempo lleva,
nos dejan en la memoria
esa dulce nostalgia
que llevamos a cuestas.

CIEGO

En cierto modo
me he quedado ciego,
no como pensaba
ni esperaba hacerlo,
simplemente el alma
se me ha quedado lejos.

En distancias mundanas
que adelantar no puedo,
a pesar de que intento
llegar a esa luz lejana
del mismo conocimiento,
la iluminación del fuego.

No veo ya los mensajes
en las hojas de avatares
que tienen los libros viejos
acumulados por millones
en las bibliotecas antiguas
de sabios inciertos.

No veo las salidas
a ninguno de los enigmas
de esta misera vida
de chocar sin remedio
contra las paredes áridas
del repudiable desprecio.

Ese es el destino
que se ha desplegado pleno
en un horario vespertino
donde ya demasiado viejo
no puedo cambiar nada
de todo lo que tengo.

Por eso camino lento,
cada paso conlleva su miedo
a caer en profundos abismos
en los cuales confundido
pierda todo el conocimiento,
la conciencia de lo bueno.

INSIGNIA

Pretendo el cielo
de acaso vernos,
en la realidad
o en sueños.

En este mundo
o donde dicte
el destino mismo
que nos mantiene
siempre lejos.

El tiempo mata
todos los recuerdos
pero tal vez quede
en el alma la luz
del sentimiento.

Como sea,
eso pretendo
en este desierto
de citas perdidas,
corazones ciegos.

Una sonrisa
será la insignia
de ese momento
en la vida.

CIELO

Si acaso busco el cielo
en los antiguos recuerdos
de vidas y momentos
cuando era todo bello,
simple y eterno.

Me quedaré en silencio
esperando el sol bueno
en el horizonte pleno
para que nazca ese día
donde todo lo puedo.

Donde te encuentro,
me miras; es sincero
cada párrafo que leo
en tus labios abiertos
que beso en sueños.