Como sombras extrañas
reflejadas en la nada
caminamos esa tarde
como dos seres sin alma.
Es que nada ya se podía,
es que nada ya quedaba,
solamente el silencio
señal de la nostalgia.
Nunca más dije tu nombre,
nunca más volví a verte;
a querido así mi suerte
dejarme sin esperanzas.
Ni siquiera puedo ahora
leer lo que me decías,
soy cobarde y dejo dormidas,
en el papel, tus palabras.
lunes, 18 de junio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
No creas en nada de lo que ves apenas, es por lo común la regla de que sean quimeras. Dibujadas ideas, albures en laberintos donde se pierde...
-
Eres parte mía de extrañas maneras; mi luna mi estrella, mis horas oscuras también te llevan. Camino sonriendo al saberte muy cerca de mis s...
-
No sé como ha pasado el tiempo; es breve el camino que tenemos. Las manos se cansan, la mirada se opaca al igual que la boca y el alma se ap...
No hay comentarios:
Publicar un comentario