ABAJO

No me digas 
de mis poemas
nada.

Somos distintos,
muy diferentes,
pero lo mismo.

Escribes sin rimas
con esa certeza prístina
de tu joven vida.

Yo me dejo llevar 
por el ritmo, la métrica,
cosas de viejo querida.

Cosas que mantuve
en el alma encendidas
y son vicio ahora.

Mis palabras
son quizás la monotonía
de decir lo mismo.

Pero es lo que consigo,
y está bien si eso puedo,
está bien si eso debo.

Aunque leo lo tuyo
y reconozco el futuro
al cual no me acerco.

Pero es así el tiempo,
te atrapa en sus redes,
te pega al suelo.

Vuela alto siempre,
abre muy bien tus alas,
yo me quedo abajo.

Abajo de todo,
mirando; siempre miro
las aves que se marchan.

BIEN LEJOS

El cielo dentro mío
quiere llover sin parar,
lleno de nubes y frío
como si quisiera llorar.

Cierro los ojos, no miro,
no quiero que pueda pasar
eso de quedarme vacío
como el viento que se va.

Me guardo en mi silencio 
todo lo que pueda callar,
para andar bien lejos,
lejos de la soledad.

SUICIDA

Me suicido en partes,
en proyectos y fantasías,
en desasosiegos varios
muero un poco cada día.

Se me suicidan ideas,
cada noche, todavía,
como también proyectos
de cosas que no sabía.

Se me suicidan amores
sin nacer todavía,
temores nacen y mueren,
se me suicida la vida.

SOÑAMOS

De cielos lejanos
caen estrellas blancas,
como luciérnagas preciosas
se precipitan desde arriba
hasta la tranquila agua.

Flotan en el espacio
como copos de nieve claros
iluminando así el ocaso
preludio de una noche
maravillosa de milagros.

Los sueños serán verdades
tangibles con las manos;
la felicidad moneda corriente
con la cual compraremos
todo lo que anhelamos.

La luna será un faro
que ilumine las sendas
que seguirán nuestros pasos;
dejaremos perennes huellas
donde vayamos pisando.

Luego despertaremos
con la sonrisa bien en alto,
será ese sol siempre tibio
que dará vida a las flores
de la vida que amamos.

LEJOS

Finjo que no existes,
me hundo en la rutina,
los días son monotonía
de ausencia masiva.

Miro atrás y no te veo
caminando conmigo
en esos tiempos, ni ahora,
ni mañana, ni en sueños.

Pero estás en los aspectos
oscuros de mis pensamientos,
en las ganas de no hacer nada,
hundirme hondo en el silencio.

Perderme en el ocaso
rojo de los que se fueron
para así irme contigo
al mismo infierno.

LETRAS

Si pudiera las palabras
serían todo lo que busco,
todo lo que necesito
para mis poemas.

No necesitaría más nada,
nada más que las letras
cayendo en todas las hojas
del cuaderno que espera.

Como agua que fluye
de lo alto en la montaña,
en gotas se hace pedazos
al caer por la ladera.

Retazos de letras sueltas
llegarían a formar versos
para develar en su caos
algún sentimiento.

AROMA

Sonríes cuando llegas,
iluminas así mi día,
me inundas el alma
con tu simpatía.

Me dices tu nombre,
ese que ya sabía;
me miras amable,
me colmas de dicha.

Siempre te despides, 
dejas así en el aire
de primavera tu aroma,
estación de mi vida.

SENTENCIAS

Las lineas de mis manos
nunca fueron escritas
como si fueran un libro
del destino de mi vida.

Si las lees no veras nada
o leerás cosas poco claras
puestas por esos albures
expertos en estafas.

Palabra tras palabra
se dictan las sentencias
esas de cuales nadie habla
pero a que a todos afecta.

Por eso mis puños
no golpean si no ocultan
con todas sus fuerzas
esas cuestiones oscuras.

TINIEBLA

Después de todo,
del día que se aleja,
de la noche mágica
con su luna a cuestas.

Del verano agobiante,
el otoño siempre regresa;
después todo, al final,
nada nos queda.

Ni la luz del recuerdo
en la profunda tiniebla 
del tiempo que arrasa,
todo consigo se lleva.

PASADO

No mires lejos
donde todo es difuso,
donde el futuro
es oscuro.

Quédate ahora,
en el presente nuestro,
carpe diem perfecto
de sentimientos.

La primavera es esta,
esta estación apenas;
quien sabe del verano,
quien sabe si llega.

Es así el tiempo,
mera ilusión nuestra,
nos encierra siempre
en su prisión eterna.

Nos empuja adelante
con la carga del pasado,
nos condiciona el ahora,
que va quedando.

Nos dice que termina 
el amor de vez en cuando,
nos colma de recuerdos,
nos hunde en el pasado.

HOGUERA

Gris,
gris cielo,
grises nubes
en el pensamiento.

No hay soles,
ni estrellas en lo alto,
solamente el gris
oscuro del invierno.

Las aves cantan
melodías de primavera,
dulce melancolía
gris como la espera.

Gris como la ceniza
que la brisa lleva,
recuerdos de papeles
quemados se elevan.

FALTA

Me buscas en la brisa
de esta noche extraña,
donde todo parece nuevo,
donde todo parece nada.

El frío imprudente
golpea feroz mi ventana,
me invita a quedarme dentro
de mi casa bien cerrada.

Pero salgo igualmente
como si fuera un fantasma
para verte si es la suerte,
encontrarte si hace falta.