Finjo que no existes,
me hundo en la rutina,
los días son monotonía
de ausencia masiva.
Miro atrás y no te veo
caminando conmigo
en esos tiempos, ni ahora,
ni mañana, ni en sueños.
Pero estás en los aspectos
oscuros de mis pensamientos,
en las ganas de no hacer nada,
hundirme hondo en el silencio.
Perderme en el ocaso
rojo de los que se fueron
para así irme contigo
al mismo infierno.
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