CONJUROS

Veo la luna,
parece cercana,
igual que la estrella 
de la mañana.

Tu nombre dulce
tiene toda la magia
que me permite
soñar que me amas.

Todo es posible
si tengo esperanzas,
si llevo conmigo 
el don que me falta.

Por eso escribo
mis breves poemas,
son conjuros amigos
para que vengas.

ABANICOS

Sueño contigo
cosas cotidianas,
esa misma sonrisa,
la misma casa.

Estamos juntos
de manera extraña,
alguna brana cerca
debe ser la causa.

Casi te siento
en un mundo paralelo
donde parece que podemos
ser más de lo que vemos.

Aunque ya son años
de este lado de las cosas
de alguna extraña forma
puedo besar tu boca.

Saber que el destino
se abre en abanicos;
todo es posible siempre,
todo lo conseguimos.

Aunque mi conciencia
al escribir apenas esto 
sea prisionera del universo, 
de este espacio tiempo.

SOMBRAS

Veo muy poco,
luces y sombras,
espacios borrosos
de colores pasteles.

Las voces definen
el recuerdo que tengo
de las personas que veo
con el pensamiento.

A veces tropiezo
en la calle con cosas,
pero todavía puedo
caminar por ahora.

Requiere esfuerzo
darle identidad visual
a cada una de las cosas,
me cansa, me agota.

Pero debo seguir
escribiendo siempre,
al menos este momento 
que todavía se puede.

Después romperé
en pedazos el silencio,
recitando donde sea
las cosas que siento.

LEJOS

Si te busco
te encuentro,
siempre lejos
en el tiempo.

Difusa imagen
de algo que no tengo,
de una historia mía
y tuya, un momento.

Eras la sonrisa 
del sol cada día,
la sensación nítida
de que tenía vida.

La descripción misma
de que todo en su medida
tiene un poco de milagro,
de suerte y dicha.

Por eso siempre
miro al horizonte,
esa leve linea difusa 
entre verdad y fantasía.

OLVIDO

Si me fuera mañana
nadie me recordaría,
nadie alguna vez
mi nombre diría.

No pido lágrimas,
quizás una sonrisa,
una memoria eterna
en un bello prisma.

Una frase impresa
en alguna placa digna
tapada por el tiempo
entre ramas caídas.

Una hora especifica
de los venideros días
para ser un fantasma 
de memorias activas.

Una página amarilla
de un libro de poesías;
quien sabe, en el futuro,
sean palabras benditas.

Si somos lo que queda 
en el espacio muy vacío
de historias perdidas
en un tiempo sombrío.

SILENCIO

Más no escribo,
me harta la palabra,
la metáfora quebrada,
la cifra exacta.

También la asimetría
de esa libre poesía
que se burla de las medidas,
parece un cuento roto.

Un silencio, una caída,
una paloma blanca
en cielos de noches
que no tienen medida.

Un pedazo de algo
llamado, creo,  melancolía;
la tibieza siempre fría,
frase hecha a medida.

Todo ha sido ya dicho
por algunos grandes talentos 
o por simples remedos
en otros lejanos tiempos.

Importa más la forma
que el propio contenido,
pues como he dicho
es más de lo mismo.

Mis pobres argumentos
caen siempre deshechos
ante sonoros declamadores
que exigen fluidez e intelecto.

Por eso prefiero el silencio;
que un suave susurro apenas
sean todos los hechos 
narrados como pueda.

PAPELES

Te pareces muchas veces
a unos sueños que he tenido,
te desvaneces rápidamente
con el sol en su principio.

Pero tienes acaso algo
de una magia impertinente
que vuelve de alguna manera
mis días algo que estremece.

Más  allá de las fronteras 
de los pensamientos todos,
te llevas la mejor bandera
del país que prefieres.

Aunque es toda una pena
que no posea los papeles
para emprender ese viaje
hasta tus tierras ausentes.

Sin visa, ni pasaportes
seré un vagabundo siempre,
colado entre los aviones
de mensajes que no lees.

ASIMETRÍA

Hubo un tiempo
y un espacio,
otro lugar lejano,
otro universo.

En esa realidad
podíamos vernos,
ser más que apenas
sombras en un espejo.

Más que espectros
de materia oscura
extraños en átomos
cargados de misterio.

Vivíamos juntos,
cada día era eterno,
la felicidad cotidiana
brillaba en el cielo.

Pero así siempre pasa,
se expande y encoje
lo que llamamos universo,
renace todo de nuevo.

Se forman muchas estrellas
con fórmulas asimétricas
a las que dejamos lejos
en otras materias primas.

En otras sonrisas,
gestos tan desconocidos
para nosotros ahora
seres viejos pero nuevos.

Bosquejos de energía
que oscilan su paradigma
a la eventual consigna
de su horizonte de eventos.

VERTE

Necesito verte 
así, de repente.
en el aire leve 
que me rodea. 

En el agua fresca
que ahoga penas,
consuela sutilmente
las angustias esas.

Las de siempre,
también las nuevas,
a las que sorprenden
por su original puesta.

En un espejismo
en el medio del desierto
de la cruda ausencia
que tan bien manejas.

Aunque no quieras,
aunque prefieras
ser la sutileza
de la espera.

LEJANAS

Poco importa
si fuerte te abrazo
bajo la lluvia misma
de la distancia.

Si le pongo alas
a todos mis besos
para que lleguen
todos a tu casa.

Vuelvan al nido
de mis fríos labios
con el mensaje sagrado
de una leve esperanza.

Para que mis manos
acaricien las fotos
en una oscura pantalla
con un sesgo de alma.

No queda nada
más que la nostalgia
de un sueño perdido
en muertas palabras.

No queda mucho
de todo lo que deseaba;
el tiempo es cruel a veces
con las ilusiones lejanas.