NECIO

Hace tiempo no escribo,
no me gusta lo que leo,
me cuestan las palabras,
los sentimientos expuestos.

Pero me di cuenta
que se trata de un sustento
para mi paz mental, el alma
que se expande en versos.

No importa quien me lea,
nunca ha sido mi elemento,
ni motivo para estar horas
leyendo y escribiendo.

Soy apenas un verbo
de un tiempo muy breve,
un momento en la infame
inmensidad del universo.

Si nadie nunca sabe
ni le importan mis sueños,
está bien y es natural
del humano su encierro.

Pues también soy necio,
tonto y muchas veces ciego
a las señales más evidentes
de este mundo adverso.

OBSEQUIO

Acaso sea una bendición
su destino de niño eterno;
sin maldad en su alma,
acciones y pensamientos,
solamente una sonrisa
de amor perpetuo.

Amigo de todos
incluso quienes no vemos;
sabias todas sus palabras
que por eso mismo a veces
en nuestro cerrado espacio
no comprendemos.

Un mensaje del tiempo
que nos da obsequios
para ser mejores personas,
y abrazar sin culpa alguna
la felicidad absoluta
de ser su universo.

SENDERO

Seremos un recuerdo
de todas maneras;
el final del tiempo
quedará en el vacío
de las quimeras.

Las horas vividas
serán todas devoradas
por la nada que pasa
y arrasa todo consigo
menos la nostalgia.

Lo malo y bueno
marcará en el cielo
la estrella que veremos
quienes aún caminemos
cultivando pensamientos
en este universo.

El alma debe ser eso
que encontramos luego
del camino recorrido;
si el final es el destino
que solos nos forjamos
cuando aprendemos.

CARENCIA

Siempre estoy solo
de alguna manera,
si estás lejos o cerca,
nombras la luna
con la brisa fría
que del sur llega.

Siempre estoy solo
y no es que lo quiera,
simplemente me pasa,
son cosas de la vida;
mi existencia tiene
esa carencia.

Aún rodeado de todos
voy por calles desiertas,
con paisajes hermosos
de cielos sin nubes
con algunas aves
que por ahí vuelan.

Siempre estoy solo
y no es que no pueda,
o tal vez si, eso mismo
sea la razón de todas
las palabras inciertas
vertidas en mis poemas.

ESPERANZA

Esta luz de hoy
será sombra mañana,
es así, siempre pasa,
destino se llama.

La sonrisa diáfana
terminará en una mueca
incrédula y asombrada
por cosas nefastas.

Las manos abiertas
se cerrarán en puño
para luchar cansadas
con la rutina aciaga.

Pero aún vale la pena
seguir cada nuevo día
con la mirada encendida
de miles de esperanzas.

FARO

Este día soleado
se queda en mis manos,
en el alma reflejado
cual espejo mágico.

Será un lejano faro
en los inviernos oscuros
que vendrán por delante
para congelarnos.

Un brillo en la mirada
entre algunas lágrimas
al ver el paso del tiempo
que todo va arrasando.

Somos apenas eso,
un destello pequeño
en el devenir eterno
de sucesos diversos.

NECESARIA

Soy más que nada
la imagen apagada
de historias pasadas,
base de la narratoria
de mi vida extraña.

La herencia pesada
de raras circunstancias
que acaso sean buscadas
de una manera única
pues jamás pensé caer
en ciertas trampas.

Sin embrago sigo
buscando esa magia
soñada en el misterio
de una noche de insomnio
viendo la luna quebrada
en un cielo naranja.

Vale la pena el camino
pues se admira el paisaje;
se cubre el espíritu de calma,
esa paz siempre necesaria
de la eternidad cercana.

CERCA

Soy la luz poética
de las noches viejas
hechas recuerdos
para las mañanas
sin respuestas.

La sombra fresca
donde el sol no llega,
esa brisa que acaricia
tus cabellos con sutileza
de ideas inciertas.

El agua que bebes
traída de los arcanos
por nubes oscuras
desde muy alto
hasta tus manos.

La sonrisa suave
que al caminar expresas
y no sabes bien como
pero no te sientes solo,
ni con tristeza.

HUMANOS

Somos tan sólo humanos,
apenas eso alcanzamos
en el camino sagrado
de la evolución eterna
de almas que llevamos.

Imperfectos y caóticos,
hermosos, también nefastos;
tenemos nuestros altos dioses
a los cuales no alcanzamos
para poder seguir soñando.

Creemos en lo que vemos
sin saber que todo eso apenas
es un punto de vista que forma
el mundo y sus circunstancias,
un discurso que recitamos.

Así creamos la ciencia
nuestra religión perfecta
con sus sabios profetas
exegetas de las matemáticas
con sus números exactos.

Pero estamos perdidos
en el universo tan vasto
con sus misterios perpetuos
a los cuales tanto tememos
pues somos muy limitados.

MENSAJE

No esperes el vuelo
de las mágicas aves
que retornan en enero
con sus cantares.

Ni el dichoso milagro
de la lluvia en tus manos;
sé tú misma el mensaje,
 las palabras elegantes.

Los argumentos perfectos
para redactar el cuento;
cada capítulo de tu vida
lo redactas tu misma.

No hay mejor poesía
que la misma sonrisa
de haber al fin logrado
los sueños preciados.

Y así serás el ave,
el cielo y el milagro;
la lluvia de promesas
llevadas a cabo.

ERRANTE

Yo no existo
en ninguna parte,
soy ausencia errante,
sombra en la noche
oscura e infame.

Camino sin rumbo
sin lógica ni artes;
palabras sin sentido
en el universo mismo
de caos constante.

No tengo alma
pues no hay esencia
más que la herencia
de no estar nunca
en la brisa suave.

Pero un día
de la nada misma
aparecí en la vida
sin saber la suerte
que me tocaría.

Tengo una familia,
hasta un buen trabajo;
en la rutina me encuentro
perdido más que antes
de ser y lo sabes.

Por eso no quiero,
no pretendo olvidarte,
si fuiste acaso tu misma
la única dulce melodía
que en mi pecho late.

SABIOS

La belleza radica
en ver la estrella
del cielo lejano
de la experiencia.

Saber de antemano
que la vida es incierta;
cada minuto que llega
puede ser una sorpresa.

La rutina es la apariencia,
el disfraz que usa el mundo
al simular cierta coherencia
en este caos que nos rodea.

En ese libro que hojas eternas
se encuentra todo lo escrito
de diversas, muchas maneras,
cada uno de sus capítulos.

Somos el personaje apenas
de este agón cotidiano
en el cual siempre luchamos
con demonios amargos.

Si ganamos, si vencemos
ganaremos el gran premio
de sabernos un poco eternos,
un poco más viejos y sabios.

VEREDA

Fui feliz esta tarde
de alguna manera;
magia que no explico,
no comprendo nada
pero fue perfecta.

El viento frío,
el paisaje del camino,
las calles vacías
llenas de ese aroma
de invierno prístino.

Caminaba despacio
como si volara bajo,
rozando apenas la calle
con mis viejos zapatos.

Me di cuenta en la vereda
que la felicidad es apenas
una brisa en la mañana,
un ave que sola canta
toda la vida nuestra.