Los poemas son
buenos,
en todos los momentos,
bálsamos de
palabras,
sutiles como el
viento.
Pero cuidado con
ellos
a veces son
remolinos feroces
que arrasan
siempre a su paso,
todos los
recuerdos.
Todos los
pensamientos
son llevados muy
lejos
como palabras
quebradas
en poemas
inciertos.