Acaso aprenda de la vida
que las cosas son dañinas
si nos apegamos a ellas
como si no tuvieran espinas.
Como si fueran necesarias
para que crezca nuestra alma,
nos hiciera mejores personas
tener mil cosas para nada.
Nos llevaremos palabras,
o un silencio profundo
que será nuestra eterna
sentencia en el mañana.
En ese no tiempo perpetuo
al cual van a parar calladas
todas las voces potentes
de las herejías mundanas.
Es un ejercicio de amor
querer a quien nos odia;
crecimiento del alma toda
que se hace luz notoria.
Porque es así como se vive,
uno se prepara para la muerte,
de nada sirve estar vacíos
como abismos inconscientes.
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