Me mudo siempre,
no la mudanza de irse,
si no la de decir nada.
La de quedarse vacío
de todo significado
en lengua castellana.
Como si fuera asfalto
oscuro, siempre abajo,
me derrito y no se nota
en la sombra amarga.
Me mudo del sentido,
de los sentimientos,
de las todas las razones
para parecer cuerdo.
Pero no me voy lejos,
siempre caigo rendido
en las metáforas del hastío
de permanecer en silencio.
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