Te dejo,
así nomas
como los olvidados
recuerdos.
Sin mirar atrás,
sin decir nada;
sólo queda
hondo silencio.
No espero,
no siento, ni sueño,
dejo que corra
así el universo.
Todo hace su parte,
todo participa
en la despedida
del desprecio.
Me alejo,
un poco más,
nada más
que unos pasos.
Suficiente
para ser el ocaso
de tus días
de enero.
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