El frío regresa,
cubre con su manto
las casas somnolientas;
la neblina se adueña
de las calles desiertas.
Todo es silencio
de horas inciertas,
sin estrellas la noche,
sin nada en apariencia
sólo palabras sueltas.
Atrapo con mis manos
como mariposas etéreas
cada leve significado
que puedan tener ellas
para mis poemas.
Hilo muy despacio
en mi singular rueca
esa complicada madeja
en el telar blanco
de unas hojas sueltas.
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