SEA

Te veo
de repente,
cual imagen
indiferente.

Brisa fría
del sur errante 
seca las semillas
que me dejaste.

Estás siempre
así donde sea,
eres la quimera 
de mi existencia.

Cicatriz abierta 
en las venas
de un amor
que se quiebra.

RADARES

No vuelves
te has quedado lejos
donde nadie te siente.

En las profundidades
del océano del tiempo
te pierdes.

No tengo radares,
ni manera alguna
de buscarte.

Sólo preguntas
en las penumbras
de extrañarte.

FALTAS

Faltas siempre,
en cada día, 
cada jornada,
cada lucha,
cada batalla,
cada luna,
cada nostalgia.

Cada recaída
en la dura rutina
mata la fantasía
para esta vida
necesaria.

A veces,
pocas veces,
encuentro apenas,
a escondidas
mi esperanza.

Dormida
en las agendas
cuyas viejas citas 
jamás serán 
realizadas.

Te busco
ahí donde sea,
que sea siempre
la espontánea
lúdica magia
del destino
sin nada.

DICHA

Rutina
es el infierno
en leve medida.

Cada noche
del amanecer
la pesadilla.

Cada hora
sin destino
es repetida.

Pero estás ahí
con tu sonrisa
y nada importa.

Más que la dicha
de saberte cerca 
de mis caricias.

De mis palabras,
de las posibilidades
de verte algún día.

CERTEZA

Suelo ser sombra
en la pared caída,
penumbra sin vida
de la noche misma.

Palabra repetida,
sin sentido, ni carisma,
en diccionarios viejos
de alguna estantería.

Lista de fracasos,
de inútiles rutinas,
de noches y días
sin dicha ni poesía.

También, a veces,
un milagro me dignifica,
se eleva el pensamiento 
y exige para si la tinta.

Versos, narraciones,
alguna breve melodía
llegan de no sé donde 
cual luz divina.

Un instante,
apenas unos segundos,
me bastan para ser parte 
de un universo profundo.

Soy el remanente 
del estado de conciencia
donde comprendo todo
el mundo que me rodea.

Y en unos torpes versos 
intento da debida cuenta,
vanamente, lo reconozco,
pero aquí no hay ciencia.

Soy el reflejo lejano
de una realidad diversa,
otra parte más digna
de una alegría ajena.

Por eso no claudican
mis ansias, ni poesía,
pues acaso allá arriba
posea alguna certeza.

CASCADA

Te juro que quiero
ser un buen poeta,
tener esa sapiencia
de las palabras
eternas.

Cual cascada 
de agua muy clara,
me gustarían palabras
deslizarse sutiles
en tu mirada.

Ser remanso y calma,
en tus manos blancas
para levantar el vuelo
con sus pequeñas alas
de rimas adecuadas.

Dormir en libros
cerrados en la magia
que se esparce plena
el día que alguien
lo abra.

SINTONÍA

No es de antena
ese simple problema,
es la misma sintonía
de radios viejas.

Las canciones mismas,
la misma melodía,
la misma letra 
siempre repetida.

Todo se apila
en la misma fila
de recuerdos opacos
de esos sin vida.

Por eso intenta 
cambiar de paradigma,
buscar nuevas ondas,
música distinta.

ALAS

No vuelas
aunque tienes alas,
las guardas cerradas,
escondidas en tu espalda
cual mochila pesada.

Miras el cielo,
el horizonte sin nada,
con esa perdida mirada
de quien tiene rota,
en partes, el alma.

Tu jaula es compleja
hecha de sutiles maneras,
cada barrote cuesta 
limar con la astucia
de tus poemas.

Pero tienes luz,
más que mil estrellas,
más que mil soles,
mil pulidos espejos
de pura belleza.

Eres libre si sueñas,
si vives mucho afuera,
ves en perspectiva
lo cotidiano amargo
contigo es experiencia.

Ahora, que puedes,
eleva tus pasos alto,
emigra bien lejos
a pesar de la nostalgia
que te traerá el pasado.

Pero no queda otra
que remontar el vuelo
para ser acaso libres
como en esos deseos,
preciados, eternos.

ESENCIA

Que decir de verte,
de dibujarte con letras
en las paredes siniestras
de esas casas viejas.

De hacerte presencia,
volverte a este mundo
como si nunca acaso
fueras esa quimera.

Dejarte muy cerca 
de muchas de las ideas
de renovar el mundo
con tu esencia.

Para que todos vean,
para que todos lean
tu alma impresa
en calles eternas.

VACÍOS

Todavía escribo,
necesidad, o sentido,
sin talento de poeta,
con el alma llena
de sueños vacíos.

Quiero hilvanar ideas
con palabras adversas,
deseo ser como otros
con esa dulce manera 
de su lírica belleza.

Toscos cuales piedras
van cayendo los versos,
uno sobre otro se apilan
sin métricas ni rimas
las cosas que siento.

De vez en cuando acierto
en unos pocos momentos,
una luz repentina llega
a conectarme con estrellas
de un cielo que no veo.

TEMPLO

No demores las horas
hasta llegar a casa,
ven conmigo ahora,
seamos el mañana.

Seamos un día hermoso 
con flores en la ventana;
un horizonte infinito 
para las aves amadas.

Primavera eterna,
dulce dicha cotidiana,
canciones y poemas
de tu alma enamorada.

Separados la vida
velozmente se nos pasa,
alejados somos la nada,
no eternos, sin esperanza.

Apenas la decadencia
de una brisa que se apaga,
un leve destello en cielos
de oscuridad aciaga.

Te espero, si quieres,
donde antes me encontrabas,
donde fuimos, no hace mucho,
templo de amor en palabras.

EXTRAÑO

Un pensamiento recurrente
te visita cada madrugada,
te roba el sueño, 
quita la calma.

Nunca hay paz si la idea
más absurda convence,
tiene un extraño halo 
de sutil magia.

El sol ya no aparece 
en su horizonte cotidiano,
es eterna la noche 
sin descanso.

La realidad se eleva
al sueño más extraño;
los días parecen mentiras 
de dragones blancos.

Corre por tus venas 
ese sentimiento raro,
por eso decides
liberarlo.

LUEGO

Después del tiempo
viene el tiempo,
del olvido
el recuerdo.

De los pesares
los sueños,
de lo pasado
lo nuevo.

De la nada
viene todo,
se renace después
de haber muerto.

Por eso regresas
cuando no esperaba
termina la espera
llega la esperanza.