hasta llegar a casa,
ven conmigo ahora,
seamos el mañana.
Seamos un día hermoso
con flores en la ventana;
un horizonte infinito
para las aves amadas.
Primavera eterna,
dulce dicha cotidiana,
canciones y poemas
de tu alma enamorada.
Separados la vida
velozmente se nos pasa,
alejados somos la nada,
no eternos, sin esperanza.
Apenas la decadencia
de una brisa que se apaga,
un leve destello en cielos
de oscuridad aciaga.
Te espero, si quieres,
donde antes me encontrabas,
donde fuimos, no hace mucho,
templo de amor en palabras.
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