LEJANA

Esa luz suave,
lejana, delicada,
es una estrella
de otra galaxia.

Hermosa, extraña,
cual dulce quimera,  
se presenta sincera
con algo de magia.

Brilla, parpadea
en noches etéreas,
se esconde plena
en algunas laderas.

Me ha dicho su nombre
en un raro tono morse,
ese lenguaje extraño 
de seres muy nobles.

La llevo en las manos,
en cada palabra,
en cada sonrisa,
cada mirada.

No sé si habita
en mi propia alma
o es un destello 
de eras lejanas.

La siento mía
quizás con arrogancia,
pero se siente propio
todo lo que se ama.

ATISBO

¿Qué puedo callar
que no haya dicho?

¿Qué puedo olvidar 
si no recuerdo?

¿Si me fuera acaso
me llevaría el tiempo?

Del viento que sopla,
con fuerza todo golpea,
quedan hojas sueltas.

Esquirlas apenas
de todas esas cosas
que antes eran.

¿Qué puedo dejar
si nada ahora tengo?

¿Algún leve signo
de lo que he sido?

Un mensaje,
un atisbo.

Una marca
en la arena del río
de eso llamado 
destino.

ARS IOCANDIS

Juegas conmigo,
mientes siempre.

Como un niño
tiendo a creerte,
caer rendido
en tus redes.

Hacer planes,
castillos en el aire
que caen de repente
ante las verdades.

Pero junto las cartas,
juego otra partida,
apuesto la vida,
gana la banca.

La culpa es mía,
por creerte diferente.

Es como si quisiese
un mundo de mentiras
donde acaso todo sea
lo que me conviene.

ARS MINORIS

Palabras,
caen despacio,
en cascada.

Simples, lisas,
llanas.

Dicen mucho,
no dicen nada.

Se acomodan
despacio todas,
en un poema.

En una carta,
una mirada.

ARS MAIORIS

No puedo redactar mucho,
mis palabras son muy pocas,
toscas, leves, en partes rotas;
lo cual me complica mucho
escribir con precisas notas.

Pero hago el leve intento 
dentro de lo endecasílabo,
dentro de ese largo ritmo
donde todo lo que digo
simula un relato digno.

Podría hacer mención alguna 
de la palidez romántica de la luna
en las noches donde se vislumbra
la elegía de los amorosos sueños
de todos los albures perpetuos.

Caigo en lugares comunes,
y por hacer versos más largos
coloco insignes adjetivos raros
luego de pobres sustantivos
que parecen pedir auxilio.

Un métrica a lo griego antiguo
donde se determina el ritmo
dentro del verso prístino,
cada estrofa tiene sentido 
si tiene vaivenes en signos.

Ni mencionar a las rimas
que se tornan caprichosas,
peregrinas entre las hojas,
entre todo este semantismo
de juglar incomprendido.

El tiempo no tiene acaso
más remedio que hacerse largo,
que estirarse hasta el hartazgo
para cerrarse sobre sí mismo 
cual imploción y signo.

Se respira muy profundo
antes de leer despacio esto,
para no caer en verbal desmedro
y parecer un neófito subalterno
de modismos totalmente ajenos.

Si pudiera, y eso mucho lo siento,
me gustaría dedicarle versos
a temas muy profundos, serios,
el amor, la vida, el mismo tiempo
que me lleva hacer esto.

EN CASA

Volviste,
un día, de mañana,
con la llovizna,
con la esperanza.

Las manos llenas
de mariposas blancas,
luz de tus ojos,
palabras francas.

Sonreíste al verme,
todo se llenó de magia,
creí por un momento
en cuentos de hadas.

Que todo era posible,
así, sin mas nada
que un puñado de sueños,
algo de suerte bastaba.

AHORA

Ahora es destello 
cual breve cometa,
a veces la observo
algo me cuenta.

Es un poema
citado en cadencias
de lluvia y brisa,
agua y quimera.

Una sonrisa
en lágrimas viejas;
una suave caricia
en sueños me deja.

Ahora me visita
cuando quiere ella,
en el agua cristalina
de su memoria eterna.

VUELA

Busca el vuelo
el ave pequeña,
abre sus alas,
se eleva.

Sueña ir lejos,
sin fronteras,
hasta la cima 
de la tierra.

Sigue la luna
que entre nubes
muy traviesa,
se cuela.

Una estrella
en las noches
es su guía
predilecta.

No se cansa
de batir sus alas
en su búsqueda
de vida nueva.

DIGNO

Esta luz tengo,
esta chispa poseo,
cual cometa pasajero 
venido de muy lejos.

No sé si es arte 
el don que intento,
simplemente puedo
con estos versos.

Con estas palabras
entretejer un sueño,
hilvanar escenas
de algunos miedos.

Por los menos
me han dado un signo,
un camino distinto
al que merezco.

ETERNO

Si escribo ahora,
en este momento,
es un milagro
caído del cielo.

Destello sagrado 
de luz que me guía,
nacen las palabras 
cual nace el día.

Son soles y lunas
cada cosa que diga,
eclipses, planetas
de cielos sin prisa.

Océanos profundos
de signos metafóricos,
hacen a la alegoría
de poemas y prismas.

Colores mezclados,
negros y blancos,
tonos nostálgicos
en un solo cuadro.

Agua de la vertiente
cae en cascada siempre
con destellos de poemas
son en si la cimiente.

La raíz y fuente
de toda inspiración,
de toda única razón
de ser diferente.

Sin duda alguna
piso fuerte las uvas
del vino futuro
de fiestas remotas.

Juglares al viento
recitaran estos versos
de autores anónimos,
de tiempos sin tiempo.

CHISPA

La luz se apaga,
se borra la sonrisa,
gana la rutina
las horas mismas.

La novedad
ya no es noticia,
es apenas el suspiro
de la triste brisa.

Por eso mismo,
es mejor la caída
en el oscuro olvido
de donde venía.

Si después de todo,
todo fue una chispa
de vida en esta vida
donde dormías.

NUNCA

Busco encontrarte
en todos los lugares,
en todas partes
lejos o cerca,
donde sea.

Adentro o afuera
de toda  mi vida,
de las horas,
noches, días,
la rutina.

En los libros
que no leo nunca,
en esos poemas
olvidados, malos,
que leías.

La melodía 
del silencio
llega dormida 
a las costas frías
de la melancolía.

VIVO

Cae la cascada
de agua en su río,
sigue su curso,
tiene un sentido.

Alimenta mundos
en su cause sonoro,
cantan aves todas
mágicos himnos.

En cada estación
existe el milagro
de un pequeño árbol
creciendo escondido.

Siempre al abrigo
del sol bendito,
de luna soñadora.
horizonte peregrino.

LETRAS

Tu voz recita 
hermosos poemas,
de esos que jamás
se darán cita
a mi inspiración
austera.

Te escucho cerca,
casi en mi cabeza;
esas melodías
de palabras
dulces, perfectas,
mensajeras.

Encierran ellas
los códices mismos
del arte poética 
nacida del alma,
de tu talento
sin fronteras.

Será por eso
que siempre te lea;
en cada segundo
navega tu esencia
en la fantasía
de mis letras.