Volviste,
un día, de mañana,
con la llovizna,
con la esperanza.
Las manos llenas
de mariposas blancas,
luz de tus ojos,
palabras francas.
Sonreíste al verme,
todo se llenó de magia,
creí por un momento
en cuentos de hadas.
Que todo era posible,
así, sin mas nada
que un puñado de sueños,
algo de suerte bastaba.
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