mientes siempre.
Como un niño
tiendo a creerte,
caer rendido
en tus redes.
Hacer planes,
castillos en el aire
que caen de repente
ante las verdades.
Pero junto las cartas,
juego otra partida,
apuesto la vida,
gana la banca.
La culpa es mía,
por creerte diferente.
Es como si quisiese
un mundo de mentiras
donde acaso todo sea
lo que me conviene.
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