Alto, en la torre,
sin mirar los días,
sin salir siquiera.
Cual prisionero
sin condena alguna
en una almena.
Mirando la vida
pasar muy serena
por la ventana.
A veces un hada
se cuela mortecina
como un fantasma.
Me trae noticias
de cosas muy lejanas,
maravillosas, extrañas.
Las anoto con prisa
en mis papeles nuevos
como infieles espejos.
Porque filtro algo
de todo lo que puedo
dar con mi intelecto.
Pero consigo proezas
simples que después leo
y publico en silencio.
No es que sea perfecta
la lírica que poseo
pero es lo que tengo.
Nada más que esto,
nada menos que esto
en mi universo.
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