Rompe el viento,
abre tus manos;
acaricia sueños,
deseos sinceros.
Con el empeño
necesario acaso
para hacer verdad
tus pensamientos.
Aunque sea oscura
la noche de invierno,
saldrá pronto el sol
del destino bueno.
Verás que se puede
levantar el vuelo
como un ave fénix
que nace del fuego.
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