Estás ahí,
donde no miro,
donde no busco,
donde no espero.
En el paisaje austero
de las calles vacías,
sin flores hermosas
ni jilgueros.
No en las plazas,
ni ese parque viejo
donde de niños
fuimos sus dueños.
En el espejo
tapado por si acaso
apareces de repente
en mis sueños.
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