Habitación desierta
en donde la rosa pálida
de a poco en pétalos
se vuelve nada.
Unos en el piso
el viento arrastra
hasta un pasillo
de oscuridad opaca.
Otros tienen suerte
y salen por la ventana
a un destino de luces,
hojas y esperanzas.
Despedirse al menos
así tiene cierta magia,
se desvanece su aroma
entre flores extrañas.
El silencio dice mucho
cuando ya no queda nada,
el tiempo es la metáfora
más destacada.
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