Fui niño hace tiempo,
casi ni recuerdo esos juegos,
mis ideas, mis pensamientos,
como veía el mundo,
cuales eran mis sentimientos.
Poseo imágenes sueltas:
alguna mirada, una frase,
una noche, una tarde,
un juguete que ahora yace
donde sea, quien sabe.
Una marca en el alma,
que quebrada en dos partes
he mantenido como pude
unida para no perderme
entre tantas atrocidades.
Fui feliz muchas veces
ilusionado al mirar el cielo,
pidiendo uno de esos deseos
que jamás se cumplieron,
que han quedado muy lejos.
Si alguna vez me encuentro,
viejo y solitario ahora,
con ese niño que fui un día,
simplemente lo miraría,
como quien mira atento.
No le daría consejos
porque siempre fui muy necio,
le desearía quizás un momento
para que se atreva más
pues podría haber sido cierto.
Podría haber dejado atrás
tantas cosas que ahora tengo,
que cargo sin meditar,
pero que han sido quizás
lo que así me ha hecho.
Lo dejaría pasar
sin decirle nada acaso,
dejarlo en su mundo
para que siga su juego
de niño y soñador nato.
lunes, 21 de agosto de 2017
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