DIVERGENTE

Todo tiene un brillo
que lo distingue,
un alma, un misterio,
lo hace diferente.

Un destino diverso
cada uno posee,
un camino prístino
de soles nacientes.

De noches venideras
con sus sueños todos,
con dulces melodías
de albas peregrinas.

Pues cae la lluvia
para todos diferente,
las luces y sombras
varían casi siempre.

Cada propia historia
tiene finales divergentes,
esa es la gran metáfora
que el destino tiene.

Esa es la aventura
de quienes aquí vienen,
de todos aquellos seres
que escriben su suerte.

LUZ

La luz busca la penumbra,
la cubre completa, la anula,
la persigue sin piedad alguna,
la deja en la nada profunda.

Es su enemiga declarada
y nunca dejará que nada
evite terminar su lucha
hasta ser la única.

Pues es la ausencia  misma
la que en los caminos predica
que existe solamente desidia
en el universo sin lunas.

Cae la gente rendida
si ninguna luz la alumbra;
es el mal la oscura profecía
de malvados en penumbras.

De males que derraman sangre
está cubierta la historia misma,
pues la luz muchas de las veces
ha perdido alguna partida.

Por eso todos en el mundo
debemos ser la única valía
de todos aquellos humanos
que quieren mejorar su vida.

UNIVERSOS

La gota llega al río
sin que nadie lo note
pero es el río mismo
que por ella corre.

Un copo cae del cielo
en el más hondo silencio
pero es toda esa nieve
que las montañas conocen.

La brisa sopla leve,
cual serena caricia
mas puede ella misma
ser vendaval y prisa.

Todo en su justa medida
es un destello, un gesto,
un detalle, un momento 
todo lo que sabemos.

Todo es parte de algo 
más grande que no vemos,
las mismas palabras sueltas
son también estos versos.

La hoja seca que vuela
llevada por arcanos vientos
es su vez un mágico signo 
del comienzo de invierno.

Una mirada, un solo gesto
pueden ser también hilvanadas
en historias acaso mágicas
que no conocen distancias.

Cada átomo es la jornada
que transitan los elementos
para hacerse en la semana
esa rutina que tenemos.

Nosotros mismos somos eso,
pequeños, unidos sin saberlo
a infinitos espacios lejanos
conformando universos.

JORNADA

Prefiero que me olvides,
si, déjame en la cama,
debajo de las sombras
de una ventana cerrada,

Al abrigo del frio
del invierno que no pasa,
es eterno en estas tierras
de soledad tan amarga.

Vete muy muy lejos,
allí donde no hay nada,
ni esta luna, ni este cielo
ni este río de lagrimas.

Que sea tu camino
todo una nueva jornada,
un renacer al universo,
una persona renovada.

Yo no puedo con esto,
en verdad no sé que pasa,
tengo inmóvil el cuerpo
y muy oscura el alma.

Por eso es que te ruego
de mí no lleves nada,
ni un mísero recuerdo,
ya no te hago falta.

NADA

El final de todo
no es comienzo de nada,
es silencio, paz, vacío,
espacios sin alma.

Casas abandonadas,
recuerdos quebrados,
palabras en un idioma
que ya no recordamos.

Lágrimas cuales marcas
apenas visibles en la cara,
manos abiertas y cerradas
en expresiva entrega, calma.

El comienzo está lejos
cuando todo al fin acaba,
no queda estrella alguna
en la fría madrugada.

Ni un reflejo o sombra,
en verdad no queda nada,
cuando todo se termina,
todo eternamente calla.

REVELADO

El alma sabe historias
citadas por la luna
al cielo siempre ajeno
de tiempos olvidados.

Las narra en la brisa
suave y tibia del verano,
en la pertinaz llovizna
del otoño dorado.

El mar en olas recita
los momentos mágicos,
las mareas son capítulos
completos del pasado.

En invierno la nieve
que cae en algunos lados
lleva en sus copos blancos
palabras de textos lejanos.

Voy juntando apenas
partes en mis manos,
las vuelco serenas
en papeles abstractos.

Para que quizás las leas
y descubras acaso algo,
un mensaje tan secreto
que por eso va cifrado.

En el código mismo
que conforma el universo,
en su adn eterno de átomos
hay un secreto revelado.

NUEVA

¿Quien esperará cuando vuelva?
Estará mirando las estrellas
para verme llegar una tarde 
al anochecer con la marea.

¿Quien leerá mis poemas?
El único legado que dejo
pues no tengo otra cosa
que mis pocas letras.

Seré acaso un fantasma
que ya nadie recuerda,
una sombra de la nada
símbolo de ausencia.

Un ser que se renueva
sin recuerdos del pasado,
una persona con el alma
siempre vieja por eterna.

ANTES

Todos recordamos el pasado,
tenemos ese gesto de nostalgia,
esa sensación muy extraña
de que todo fue mejor antes.

Los días, sus madrugadas,
las noches y lo que hicimos
con las estrellas testigos
de esa felicidad lejana.

Escuchamos las canciones
de décadas muy distantes,
atesoramos cuales diamantes
esos sentimientos perdidos.

Esa mirada, ese olvido,
esa sonrisa, algunas palabras,
llanto y risas son invaluables
para la poesía diaria.

Para la agonía cotidiana 
de saber que poco resta
en el camino de la vida,
dejamos atrás esquirlas.

Retazos unidos con torpeza
por la manos poco diestras
de nuestra memoria vieja
que engaña la conciencia.

Por eso mismo miramos
emocionados al pasado,
a eso que no regresa
a ese sol apagado.

HORAS

Sube escalones la sombra,
uno a uno, de a poco se asoma,
se hace noche y no se puede
evitar que el sol se ponga.

Las calles solitarias se acortan,
se hacen breves pasajes, leves,
sutiles entre las penumbras
que ninguna luz desdibuja.

Las aves cantoras quedan mudas
absortas al contemplar la corta 
vida de las nocturnas mariposas,
silentes voladoras de alas rotas.

Se apura el paso sin luces arriba,
sin esas luminarias que descifran
los códigos secretos de la noche
y nos brindan una salida.

La luna reina por ahora toda
en todos los lugares donde se mira,
donde llega el tiro de una piedra,
sea con la fuerza que sea.

Al amanecer huirán los fantasmas
que en pesadillas nos asolan,
serán breves recuerdos pesados
desvanecidos en sorbos de horas.

DORMIDO

Renuncié a verte,
al pasado, al tiempo,
al futuro mismo,
a tenerte.

Siquiera conocerte,
apenas poder verte,
escuchar esa voz,
misterio latente.

A saber tu nombre,
conocer los colores,
la melodía hermosa
del furor naciente.

Y es mejor así,
mejor dejarte lejos,
donde no llege nunca
a buscarte la muerte.

No es mala la suerte,
ni existe eso del olvido,
simplemente no digo
esas cosas que hieren.

Me quedo dormido 
en los sueños divinos,
en las ilusiones leves
de amores perdidos.

REGRESO

Ahora vuelves
de esa nada,
de esa distancia
que tan bien
manejabas.

Te pensé perdida,
te creí olvidada
en tristes sombras
ocultas en la noche
de la desesperanza.

En la luz apenas
de un lejano ocaso
donde no hay abrazos
ni estrellas amadas,
luna apagada.

Ahora no sé que decirte,
me quedé sin palabras,
se fueron lejos contigo
al oscuro abismo
donde todo acaba.

COTIDIANA

Olvido un momento 
mi aciago destino
y sueño, y creo
que puedo
ser distinto.

Elevarme al cielo
de todos esos sueños,
esas cosas cotidianas
que nunca tengo
ni merezco.

Debería 
tener un alma,
ese raro destello
del cual quedan 
prendadas
quienes quiero.

Pero así
no es nada,
así nunca pasa,
el tiempo deja claro
mi derrota cotidiana.

CIERTO

A veces creo
que nada 
es verdadero.

Un sueño
del que nunca
despierto.

Un estado
misterioso
de eventos.

Paradoja
del tiempo
perverso.

Fantasía
oscura
de miedo.

Otras veces
asumo lo cierto
y espero.

El sol amable
de un día nuevo
en silencio.