Olvido un momento
mi aciago destino
y sueño, y creo
que puedo
ser distinto.
Elevarme al cielo
de todos esos sueños,
esas cosas cotidianas
que nunca tengo
ni merezco.
Debería
tener un alma,
ese raro destello
del cual quedan
prendadas
quienes quiero.
Pero así
no es nada,
así nunca pasa,
el tiempo deja claro
mi derrota cotidiana.
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