No siempre puedo
lograr robar un verso
al aire desnudo de tiempo,
al mismo oscuro silencio.
Redactar un texto digno
de ser algo más que un alivio,
apenas superar el quebranto
del confidencial silencio.
Romper en pedazos la torpeza
de mis manos y entendimiento,
superarme un instante apenas
para poder lograr algo bueno.
Casi siempre me equivoco
en las elecciones que cometo;
en los caminos que yo elijo
suelo tropezar sin saberlo.
Por eso siempre caigo
en caminos muy abyectos,
en la distancia profunda
del olvido más siniestro.
Acaso eso sea el destino;
esté en alguna parte escrito
cual ley que no se rompe,
cual designio perverso.
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