Busco colores
en un viejo arco iris
para llevarlos conmigo
a esos paisajes grises.
Liviano como el viento,
sereno como un río,
recorreré el camino
de los sentidos.
Me elevaré alto,
más allá de las nubes,
seré un cometa leve
como agua que fluye.
Caeré muy despacio
simple, como flotando,
abriendo mis manos
cual ave extraño.
No moriré ya nunca
como tantas otras veces,
seré al fin lo de siempre,
esperado ansiosamente.
Una acuarela pintada
con unos tonos pasteles,
una sonrisa, una mirada,
bosquejos de mi mente.
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