No vienes,
me quedo en casa,
sin mirar afuera,
ventanas cerradas.
En la semana
la rutina misma
me lleva por sendas
que prefiero evitarlas.
Quedarme solo,
sin pensar en nada,
escuchar música,
escribir lo que salga.
Tengo unos años
que me dan prestancia
a resistirme a la gente,
sus historias quebradas.
Antisocial, apático,
quizás sea todo eso;
a veces lo lamento,
a veces lo pienso.
Pero prefiero
quedarme muy lejos
de las luces extrañas
de ese raro universo.
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