Pido verte
a las estrellas,
a la luna cansada
de noches eternas.
Las horas oscuras,
el día que sea,
son el signo difuso
de mi existencia.
Los libros perdidos
con sus historias,
que recuerdo apenas,
son mi tristeza.
Son la cruel muestra
de que no supe nunca
amarte y que lo sepas,
ser arte y no ausencia.
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