No consigo verte
así, cuando se podía,
en la mirada perdida
de las fotos que tenía.
En la algarabía
de los niños lejanos
en plazas, que imagino,
lugares mágicos.
No salgo ya nunca
de estas paredes oscuras,
me encierro en las dudas,
me cobijo en la penumbra.
Desde aquí leo y escribo
casi todo lo que pienso;
el mundo es un lugar inmenso
que apenas comprendo.
Pero estás siempre cerca,
eres siempre todas mis metas,
esa mágica cifra secreta
que todo lo demuestra.
Tengo en este espacio
el universo desordenado
de cosas que observo,
de cosas que rescato.
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