Me cuesta la gente,
el trato cotidiano,
la sonrisa forzada,
tender la mano.
Figurar siempre
en fotos previstas
cual la gran maravilla
siendo burdas mentiras.
Que todo lo midan,
cuanto comes, si miras,
cuanto duermes o ejercitas,
donde pasas los días.
Como si fuera importante
esa tira básica de datos ,
destacan y remarcan
esa basura sin medida.
Por eso prefiero
la música encendida
en mis oídos y nada nunca
más que la solitaria consigna.
De seguir solo en la cima
de los pensamientos que poseo,
no soy perfecto y lo demuestro
con cada error que cometo.
Si soy un ser complejo
o inmaduro en muchos aspectos
es una cruz que cargo solo
y en silencio padezco.
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