No piensas en nada
de todo lo que he sido
o al menos mi apariencia;
como si de repente supieras
de la vida buena, verdadera.
Y me haya quedado hundido
en todas esas cosas pasadas
que antes mucho respetabas,
ahora ya no son nada.
Seré entonces el mantra
que jamás sueñas ni amas.
la seca rama sin flores
de una primavera truncada.
Serás acaso la mañana
del sol en mi alborada
de un nuevo estado del alma
donde ya no sienta nada.
Simplemente mis alas
me lleven a frías distancias
para alejarme por siempre
de la luz de tu mirada.
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