Horas nocturnas,
parecen siempre eternas,
como la sombra que se dibuja
cuando el sol en el horizonte
se despide hasta la vuelta.
El silencio cubre de estrellas
el cielo despejado de ideas
que capto poco a poco
con mi antena y trato
de darles forma de letras.
Palabras que no dicen nada
al estar desacomodadas
en una maraña extraña
de conceptos y apotegmas
con aires de poema.
Las sustenta la esperanza
de que algunas volar puedan
para así llegar despacio
a las tan lejanas tierras
de tu mirada incierta.
Hacer un pequeño nido
en las ramas siempre secas
del árbol de las oportunidades
de que quizás un día sea
merecedor de tu respuesta.
lunes, 7 de septiembre de 2020
RESPUESTA
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