No soy nadie en este mundo,
o quizás sí, apenas un número;
una foto en un blog de muchos,
unas palabras que nadie lee seguro.
Acaso un susurro en la ciudad,
este infierno de cemento y altos muros,
de edificios que se elevan al cielo
como si fuera un gran insulto.
No conozco mucho las flores,
vi algunas en sus leves jarrones
condenadas a morirse por el gusto
de que adornen un rincón oscuro.
Posiblemente sea como algunos
que buscan su lugar en este mundo,
su espacio único construido de lo mismo
que están hechos los demás espacios.
No soy original, estoy seguro,
pero al menos intento no sesgar
en el esfuerzo cotidiano de no morir,
poco a poco perder el alma que busco.
Un poema mal escrito es lo que poseo,
estas ganas de ser un poeta vagabundo
que recorre los confines del universo
extasiado al intentar pintar en versos
los viejos sentimientos que se renuevan
en cada uno de aquellos que sueñan,
que esperan contar algunas estrellas
como quien cuenta perlas en un mar
cuyas olas nos bañan de ausencias.
sábado, 20 de diciembre de 2008
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